JUAN
se graduó hace un par de años y vive en Estados Unidos. Tiene un trabajo en
el área de computación en una compañía internacional que lo lleva a viajar
con frecuencia por diversos países.
Cuando le pregunté por su trabajo, me respondió:
- "Tranquilo, pero muy bien".
- ¿Por qué tranquilo?, le pregunté.
Y me dio una respuesta muy interesante:
- "Porque allá se entra muy puntualmente, pero se debe salir también a la
hora precisa". Si te quedas a trabajar más tiempo, tu jefe empieza a dudar
de tu capacidad y ofrece quitarte el trabajo. El trabajo que se asigna es
para realizarse dentro de las horas que debes permanecer en la oficina y a
la empresa le interesa que quienes trabajan ahí tengan una vida personal.
Esa vida personal empieza a las 6:00 de la tarde.
Esto coincide con un programa de televisión que me tocó ver por cable en
días pasados. Era una reunión de expertos en relaciones laborales y la gran
discusión eran los horarios de trabajo que se han alterado en muchos países.
Uno de los expertos en relaciones humanas dijo que el trabajo NO debería
sustituir jamás a la vida personal del trabajador. Y explicó por qué:
- "La única posibilidad de encontrar el equilibrio necesario para que una
persona sea sana en lo psicológico, emocional e intelectual es que le
dedique tanto tiempo a sus relaciones personales como a sus relaciones
laborales". Las exigencias laborales, explicó, se han vuelto muy
demandantes. Algunas empresas han obligado a sus empleados a posponer su
vida personal para un futuro que nunca llega y lo que es peor, a renunciar a
ella para sustituirla con la vida laboral, lo cual "es absurdo".
Entre muchas otras cosas, uno de los expertos señaló algunas de las
cuestiones que deberían encender la alarma en cualquier institución o
empresa, porque son síntomas de que algo anda mal:
a) Exceso de juntas, particularmente de aquellas en las cuales se discute
mucho pero no se llega a nada concreto.
b) Planes y proyectos muy bien elaborados que rara vez toman forma.
c) El premiar a quien permanece trabajando dos o tres horas después de la
hora de salida.
d) El que todos los ejecutivos o directivos deban estar siempre (a cualquier
hora de cualquier día) disponibles, para lo cual se les obliga a cargar con
un rastreador a donde vayan: celular, beeper, nextel, etcétera.
e) El que se reciban mensajes, electrónicos oficiales escritos a altas horas
de la noche o en la madrugada y/o durante fines de semana (que deben estar
dedicados a la vida familiar) y/o de sitios vacacionales o de descanso.
f) El que entre los empleados o directivos de los niveles superiores haya un
índice muy alto de divorcios, o peor aún: de infartos y crisis nerviosas.
g) El que los familiares (principalmente esposa e hijos) de los trabajadores
se quejen del tiempo excesivo que éstos le dedican a la empresa.
h) El que el único tema de discusión o plática en las reuniones donde
coinciden varias personas de la misma empresa sea relacionado con el
trabajo.
i) El que los trabajadores descubran que ir al cine, teatro, ópera,
conciertos, museos o centros de diversión se ha vuelto una actividad
excepcional en su vida.
j) El que el trabajo se convierta en algo agobiante y genere más estrés que
satisfacción en quien lo realiza.
Según el experto, eso sólo puede suceder por cuatro razones:
1. Porque no le alcanza el tiempo (síntoma de ineficiencia o incapacidad por
parte del trabajador).
2. Porque se le ha asignado más trabajo del que debe tener ese puesto
(síntoma de ineficiencia de la empresa o de quien asigna el trabajo)
3. Porque hizo cosas ajenas al trabajo durante el tiempo de éste
(deshonestidad del trabajador) y, por lo tanto, debe reponer tiempo
perdido).
4. Efecto dominó (cualquiera de las tres opciones antes mencionadas sucede
con alguien y afecta el trabajo de otros que, como consecuencia, también se
tendrán que quedar a completar su responsabilidad.
¿Te reconoces en alguna o en varias de ellas?
¿Reconoces a tu esposo(a), a tu jefe(a), amigo(a), tus colegas?
¿Crees que el experto está equivocado? ¿Las consideras exageraciones?
El trabajo es uno de los elementos importantes en la vida de los seres
humanos, pero no el único. Una pregunta: ¿Cuándo fue la última vez que
saliste de tu trabajo a la "hora de salida", sin sentirte culpable?
Ahora, ¿qué opinas? A veces nos desvivimos tanto por el trabajo que lo menos
que esperamos es una gratificación a nuestros esfuerzos. Por eso pienso que
uno debe compartir con su familia todo el tiempo que pueda. El trabajo se
queda y otra persona toma tu lugar, nadie es indispensable en una compañía.
En tu HOGAR nadie toma tu LUGAR y TU sí eres INDISPENSABLE en él.
"Pasaré una sola vez por este camino; de modo que cualquier bien que pueda
hacer o cualquier cortesía que pueda tener para cualquier ser humano, que
sea ahora. No la dejaré para mañana, ni la olvidaré, por que nunca más
volveré a pasar por aquí."
ANONIMÓ